Las
consecuencias sociales y ambientales del consumismo están a la vista de quien
las quiera ver. Crecientes desigualdades sociales, sobreexplotación de la
naturaleza y generación insostenible de residuos. Desde nuestro lugar, tenemos
la obligación ética y moral de convertirnos en consumidores responsables y
fomentar un consumo responsable.
A partir de
esta afirmación me basaré para mostrar como el consumo afecta directamente la
ecología y que el exceso en estos consumos es lo que verdaderamente hace que
sus consecuencias sean tan marcadas y catastróficas.
Consumo es una
palabra que deriva del latín: cosumere y cuyo significado es
gastar o destruir, este consumo además promueve la adquisición competitiva
de riqueza como signo
de status y prestigio dentro de un grupo social, llevando a
que se presenten consumos a gran escala en la sociedad contemporánea
comprometiendo seriamente los recursos naturales y el equilibrio
ecológico.
Una vez que
algo ha sido consumido, cualquiera sea el producto, ese “algo” dejará de
existir, siendo así que han empezado los procesos de destrucción ambiental, y
la sociedad al no haberse concientizado de esto ha llevado a la destrucción
constante del medio ambiente.
Sin ser de
ayuda para el entorno ecológico, el modelo actualmente más usado en las
industrias es el industrial-consumista que ha conducido a que las economías de
los países mas pobres dediquen gran parte de sus recursos, humanos y naturales,
a la satisfacción del enorme consumo de las sociedades más industrializadas;
esto ha generado un daño inminente para el equilibrio ecológico en su
totalidad ya que existen muchos problemas relacionados con el excesivo consumo
de recursos naturales que se hace a nivel mundial así como el que los
procesos de producción en su gran mayoría generan grandes contaminación.
Los agentes
contaminantes tienen relación con el crecimiento de las poblaciones y la
industria ya que al aumentar éstas, la contaminación que ocasionan es mayor,
debido a la globalización esta se ha hecho incontrolable y además se han
generado más consumos ambientales con el afán de volver todo más ecológico,
pero lo que se ha logrado es el daño indiscriminado de la naturaleza, de las zonas
verdes de los continentes, contaminación de las aguas y el calentamiento
global.
La protección
ambiental en el mantenimiento del equilibrio entre la sociedad y el medio
ambiente, a pesar de los esfuerzos que se realizan, son aún insuficientes, desde
nuestro lugar, tenemos la obligación ética y moral de convertirnos en
consumidores responsables y fomentar un consumo responsable. Para ello debemos
informarnos sobre los productos y servicios que consumimos y tomar conciencia
del poder de cambiar las cosas que tenemos como consumidores/as.
JULIAN ANDRES VICTORIA
JULIAN ANDRES VICTORIA
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